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Presentación

En Cementos Molins Industrial centramos nuestra actividad en la fabricación y comercialización de cementos, tanto de Aluminato de Calcio como del tipo Pórtland. Desde 1997 somos los continuadores de la actividad iniciada a finales de la década de los '20 por Cementos Molins S.A., que nos transfirió sus activos fabriles. La capacidad de producción actual de la empresa es de 1.400.000 toneladas anuales de clínker de Cemento Pórtland.

 

Nuestra filosofía

La empresa tiene una clara orientación al Cliente. Por esta razón, adaptamos nuestro trabajo y ofrecemos la máxima flexibilidad en nuestros horarios tanto de atención al Cliente, como de carga y entrega. El servicio que ofrecemos está basado en el asesoramiento constante por parte de nuestro personal técnico, que le acompaña a lo largo de todo el proceso de compra y posventa.

Por esta razón disponemos del ESPACIO CLIENTE en nuestra web que nos acerca aún más con total disponibilidad las 24 horas del día.

Historia

Aunque Cementos Molins Industrial, S.A. comienza su actividad en 1997, iniciamos la narración de nuestra historia, muchos años antes, pues algunas de nuestras instalaciones estaban activas antes, incluso, de la fundación de Ciments Molins en 1928.

2010: INICIANDO UN GRAN CAMBIO. En agosto de 2010 se inaugura la nueva Línea 6, con una torre de 126 m de altura, especialmente diseñada para convertirse en un nuevo referente arquitectónico e industrial en nuestra comarca. Esta nueva línea de producción aplica todas las mejoras tecnológicas disponibles en estos momentos. Es capaz de mantener el nivel de producción de los 3 hornos que habían dejado de funcionar, aportando beneficios más que considerables al proceso.

Mejoras de eficiencia energética que nos permitirán avanzar hacia la reducción de los consumos de combustibles fósiles, así como reducciones importantes en los consumos de electricidad y agua. La Línea 6 está preparada para poder incorporar el uso de combustibles alternativos, factor que facilitará la reducción de todas las emisiones y en especial las de CO2. Para dar cumplimiento a estos objetivos, en la segunda mitad del 2011 se incorporan un alimentador de Biomasa y un alimentador de combustibles derivados de residuos (CDR y otros).

De acuerdo con los compromisos establecidos, a finales de la década se inician los trabajos de desmantelamiento de todas las instalaciones que quedaron fuera de servicio. El proceso utilizado, que buscaba proteger el entorno y las personas, y reaprovechar al máximo los materiales derribados, ha permitido recuperar casi 48.000 toneladas de residuos, que serán utilizados como materia prima en la fabricación de nuevo clínker en la Línea 6. La vieja fábrica de Sant Vicenç dels Horts entra en la historia con un episodio final (el desmantelamiento) que es todo un ejemplo de Economía Circular y de Sostenibilidad, ya que el cuidado y la precisión de los trabajos han generado un mínimo impacto tanto sobre el medio ambiente como en el vecindario.

Un nuevo siglo

La situación económica del inicio del siglo continúa la mejora experimentada en la década anterior, con un especial efecto, en la zona en que estamos ubicados, en el consumo de cemento. El consumo per cápita en Catalunya llega a 1.000 Kg. por habitante, lo que supone un récord histórico que se aleja de los consumos internacionales y que será difícilmente repetible por mucho tiempo.

Se han realizado en estos años múltiples inversiones encaminadas a la mejora de la productividad, calidad, seguridad laboral y minimización del impacto medio ambiental. La nave de carbón, la nueva sala de control y el laboratorio automatizado, son un buen ejemplo de ello.

Actualmente la fábrica cuenta con una capacidad total de fabricación de 40.000 toneladas de cemento de aluminato de calcio y 1.700.000 toneladas anuales de cemento Portland.

Las perspectivas de futuro que tenemos, nos permiten empezar la construcción de una nueva línea de cemento pórtland (nº 6), que incorporará todas las mejoras tecnológicas actuales para la calidad del producto y el respeto del medio ambiente.

Nueva etapa de crecimiento

Al inicio de los noventa se produce un periodo expansivo ligado a las grandes iniciativas públicas que tienen lugar en este momento (Juegos Olímpicos de Barcelona y Expo Universal de Sevilla) que fue inmediatamente seguido de una etapa de recesión. Sin embargo, en la segunda mitad de la década, da un nuevo giro y se inicia una espectacular recuperación de la economía española, y muy especialmente del sector de la construcción.

La situación del mercado empuja a acometer nuevas inversiones. En el cemento de aluminio de calcio se renueva totalmente la fábrica, construyéndose dos nuevos hornos (nº 7 y 8) que sustituyen a los seis primeros . En el cemento pórtland se revisa y pone al día la línea nº 3, que estaba parada desde inicios de esta década.

La preocupación por el medio ambiente y la calidad de nuestros productos lleva también en esta década a hacer diversas inversiones como el cubrimiento de la nave de prehomogeneización de caliza, el silo de clinker o el cambio en el sistema de control centralizado.

La demanda del mercado obligó a desarrollar un cemento pórtland resistente a sulfatos, y con la obtención de la marca CE . El Sistema de Calidad de Ciments Molins se adaptó a los requerimientos impuestos por el Sello IECA y la marca AENOR y en 1997 se adaptó a la norma internacional de calidad ISO 9002:94 y a la titularidad de Empresa registrada de AENOR en febrero de 1998.

En enero de 1997 inicia su andadura Cementos Molins Industrial, S.A, empresa a la cual Cementos Molins había aportado todos sus activos cementeros.

Récord en la exportación y mejoras de los procesos productivos

La crisis instalada en la década anterior continúa presente en esta nueva década. El consumo interior sigue en declive por lo que la solución de la exportación se lleva a su extremo máximo. En 1983 la exportación supone para Ciments Molins el 80% de la producción.

La crisis del petróleo obliga a nuevos planteamientos. En 1981 se pone en marcha el molino F.L. Smidth para carbón y se deja paulatinamente de consumir fuel-oil volviendo a la situación de veinte años atrás. La diferencia es que ahora el carbón se importa de países lejanos

Un año antes, en 1980, se había puesto en marcha una instalación de prehomogeneización para la caliza. Durante esta década se instalaron separadores en los molinos de cemento pórtland y se mejoraron los sistemas de control y las instalaciones de expedición. En definitiva fue una época de continuas mejoras en los procesos productivos que permitieron una mayor calidad de nuestros productos.

De los planes de desarrollo al inicio de un proceso de recesión

En los primeros años todavía está presente el desarrollo económico que caracterizó la década anterior y el consumo de cemento previsto llevó a ampliaciones de capacidad generalizadas en el sector cementero. En julio de 1974 se puso en marcha la línea nº 5 de cemento Pórtland. Es también una línea F.L. Smidth & Co. similar a las dos anteriores, pero de mayor capacidad que las otras dos juntas. Con ello se pasaba a una capacidad de producción veinticinco veces mayor a la existente sólo diez años antes.

Por otro lado, no sólo se trataba de un crecimiento de volumen, sino también en la calidad del producto, pues las nuevas instalaciones están adecuadas a los últimos desarrollos a la vez que se realizan inversiones como la de un espectrómetro de rayos X y un ordenador IBM-1800 para el análisis y regulación automática de la composición del crudo que ayudarán a mejorar el proceso centralizado de producción.

Los inicios de esta década también son positivos para el cemento de aluminato de calcio, dándose en 1973 el récord histórico en la producción de este cemento.

El crecimiento de la fábrica, sin embargo, no vino acompañado con el previsto crecimiento económico, pues a mediados de esta década se inicia un periodo de recesión, con la crisis del petróleo, que obliga a buscar soluciones para poder colocar nuestro producto. La solución se encuentra en la exportación. Ciments Molins se asocia con otros cementeros , constituyéndose entre otras sociedades : Imextrasa, S.A., Hispacement , S.A. y Portcemen, S.A., con el objeto de comercializar el cemento excedentario de sus socios, así como las labores de carga de nuestro producto en el Puerto de Barcelona, para su exportación.

Un salto cuantitativo: Ampliación en la producción de cemento Pórtland

En los años 60 bajo el impulso del Plan de Estabilización, se produce un importante desarrollo económico en España que lleva a un aumento considerable del consumo de cemento.

Por ello, en 1965, se pone en marcha la línea nº 3 de cemento pórtland. Se trata de una instalación de la firma danesa F.L. Smidth & Co. consistente principalmente en un horno rotatorio, un molino de crudo y otro de cemento. Vista la previsión de consumo que hacía el propio Ministerio de Industria, en 1968, se inicia la construcción de una nueva línea de cemento (la nº 4) poniéndose en marcha en enero de 1970 el molino de cemento y en mayo del mismo año, el molino de crudo y el horno de cemento nº 4. Esta línea, también de F.L. Smidth & Co. es de características casi idénticas a la de la línea 3.

En estos cinco años, con la puesta en marcha de estas dos líneas, se produjo efectivamente un importante salto en la producción, al multiplicarse prácticamente por diez.

Por otra parte, el cemento de aluminato de calcio se mantiene con un consumo importante por lo que se decide construir un nuevo horno (nº 6) que se pone en marcha en 1967.

En esta década se sustituye el consumo de carbón por el de fuel-oil, lo que se mantendrá durante casi veinte años.

Crece la fábrica

La situación económica empieza a mejorar. El aislamiento internacional al que estaba sometida España empieza a ceder y ello permite una mejora en la economía que Ciments Molins sabe aprovechar.

En 1952 se pone en marcha el horno nº 2 de cemento Pórtland. Se trata de un horno rotatorio de la empresa alemana Miag, parcialmente construido en los Altos Hornos de Sagunto. Dos años más tarde se pone en marcha el molino de cemento Unidan nº 2. 

Toda esta nueva maquinaria, junto con el molino de crudo Miag, puesto en marcha a inicios de esta década, las nuevas instalaciones para la expedición de cemento y el inicio de la explotación de la Cantera La Fou en Vallirana permiten un crecimiento de la presencia de Ciments Molins en el mercado catalán de cemento Pórtland.

A su vez esta década supone un importante crecimiento en la producción de cemento de aluminato de calcio. Sucesivamente, entre 1955 y 1959 se van poniendo en marcha nuevos hornos de cemento fundido (nºs 3 al 5) que se añaden a los dos primeros, multiplicándose así su capacidad de producción.

Un salto cualitativo: Inicio de la producción de cemento Pórtland

En este periodo, la dificultad para importar es evidente: a la situación politicoeconómica española se suma la internacional, que sufre las consecuencias de la segunda guerra mundial. La importación de bauxita no es una excepción y en esa situación la producción de cemento fundido es prácticamente nula.

Sin embargo, se continúa produciendo cal y cemento natural, tanto en las fábricas de Vallirana y de Pallejà como en la de Sant Vicenç dels Horts, pero la empresa necesita dar un giro estratégico.

El salto se da y en octubre de 1943 se pone en marcha el horno nº 1 de cemento pórtland . Se trata de un horno rotatorio (Fellner & Ziegler) que se compra, junto con el resto de maquinaria, a Cementos Pórtland Pamplona.

Antes de acabar esta década, habiendo disminuido ya las dificultades para importar maquinaria, se compra un molino de cemento Unidán (nº 1) que mejora claramente la calidad de nuestro cemento. El cambio se hace evidente y el incremento de la producción obliga a buscar mano de obra más allá de las poblaciones vecinas. La llegada de personal inmigrado y su plena integración supone un hito para nuestra empresa.

Superando años difíciles

La crisis económica mundial presente al inicio de esta década supone una dura prueba para la recién nacida Ciments Molins, que se ve obligada a disminuir la producción por la baja demanda existente. A pesar de ello la fábrica de Sant Vicenç se va ampliando y se mejoran sus instalaciones.

Durante los años de la Guerra Civil, la empresa es colectivizada (e intervenida por la Generalitat de Catalunya al declararla Industria de Guerra). En este periodo, aunque no se hacen inversiones, la fábrica es mantenida correctamente.

Al final de la década, finalizada ya la guerra, se añaden a los problemas anteriores las medidas intervencionistas del régimen franquista y las dificultades de suministros, cerrando así una década llena de dificultades que pudieron ser superadas con el esfuerzo de todos.

Antecedentes y Fundación de Cementos Molins, S.A.

Desde mediados del siglo XIX la familia Molins explotaba diversos hornos de cal y cementos naturales en la zona de Pallejá. Más adelante lo haría también en Vallirana y Campins. En 1919 se adquiere una parcela de terreno en Sant Vicenç dels Horts, núcleo de la actual fábrica de cemento, donde se instalan dos hornos, similares a los que se explotaban en Pallejá y Vallirana.

Con la constitución de Ciments Molins en 1928 se fija un nuevo objetivo: iniciar la fabricación del cemento fundido, un cemento nuevo en España, hoy llamado "de aluminato de calcio". Con este objetivo se pone en marcha en la fábrica de Sant Vicenç, un horno de reverbero en 1929 y un año después un segundo horno. 

El cemento de aluminato de calcio es el resultado de la fusión de caliza y bauxita; su principal característica es que alcanza unas resistencias iniciales muy elevadas, aspecto que le diferencia del cemento Pórtland, asimismo tiene propiedades refractarias lo que le permite su utilización en otro tipo de aplicaciones. Desde entonces, el nuevo producto se vende en toda España e incluso, ya desde los años 30 se exporta a países como Marruecos, Turquía y Argentina.